miércoles, 28 de julio de 2010

Parecia que si, pero.............., fue NO


Son casi las 6 de la tarde y me despido momentaneamente de mis ayudantes, se da la salida y empieza la "fiesta", sensaciones raras, tranquilidad en la marcha y las piernas que no tienen frescura, sera de momento, eso pienso, pero es una sensacion que no me va a abandonar toda la carrera. Primer control en Mandubia y primera sorpresa, allí esta Ismael, me anima, saca fotos, y de aqui en adelante sera el tercer ayudante, que se suma a los dos "oficiales", Iñigo y Joakin, Incondicionales hasta el final de la aventura. Izazpi, La Antigua y llegamos a Zumarraga, avituallamiento en el fronton y adelante, empieza a llover y ese agua no me abandonara ya en muchas, muchas horas. Elosua, Madarixa, alli Lander y su compañera se suman a la corte de amigos, cambio de zapatillas, la poca amortiguacion de las Salomon me estaban destrozando las piernas, y rumbo a Azpeitia, mas amigos a parte de los dichos anteriormente.
Salir de alli y comienza el primer infierno, subidas interminables, oscuridad absoluta, lluvia, viento, llegada a Ernio y perdida de hora y media por motivo de mi extravio, con el estres correspondiente sumado al desgaste físico, encuentro del camino y bajada a Tolosa, persiste la lluvia, empapado, pies mojados, pequeño infierno.
Salida de Tolosa con Samuel y sus compañeros, haciendo el trayecto hasta Amezketa en tiempo breve, avituallamiento y salida, empiezan a protestar las piernas, encuentro en Larraitz con Leire, Gari y Ane, emocion por su visita y carga de pilas para el segundo infierno. Subida a Txindoki dantesca barro, lluvia, niebla, frio, de alli a Gambo, mas de todo lo anterior y lo que debia haber minado la moral, hace que salga fortalecida llegando a Lizarrusti con el convencimiento de que terminare y tambien con "otro" pequeño dolor en el pie izquierdo uno mas pienso, pero el tiempo me hace ver que no es uno mas es el dolor definitivo. Salida de Lizarrusti, acompañado de Joakin, Iñigo, y Rita esta ultima me anima mucho, salgo recargado de moral, Iñigo me acompaña mucho de la dura subida, no tengo problemas en la ascension, pero cuando empiezo a bajar, Ahi me doy cuenta de que tengo problemas a mi falta de "piernas", se une el dolor en el tibial antes reseñado. Despues de tres horas llegada a Etxegarate cojeando, recibimiento de "mi" afición mucho dolor, mas por tener que abandonar y fallar a todos los que han estado conmigo que el del dichoso tibial.
Una espina esta clavada en mi espalda, posiblemente se intentara sacar la próxima edición, no se pueden dejar cosas a medias.